Innovation

Para que las ciudades del futuro prosperen, es necesario innovar

Man paying with contactless card on bus

Nos encontramos en medio de una nueva era migratoria. Hace sesenta años, el número de personas residentes en áreas rurales duplicaba al de los habitantes de zonas urbanas. Hoy en día, más de cuatro mil millones de personas viven en las ciudades, y se espera que esta cifra alcance los siete mil millones antes de 2050, época en la cual la población urbana duplicará a la rural.1

En España, entre el 2000 y 2018, solo el 16,2 % de la población (7.594.111 personas) estaba censada en los 6.676 municipios denominados rurales -con menos de 10.000 habitantes y una densidad inferior a 100 habitantes/kilómetro cuadrado-, cuya superficie agregada representa el 84,1 % del territorio nacional. O lo que es lo mismo, que la población censada en municipios rurales ha descendido un 10,1 % entre los años 2000 y 2018.2

El carácter de las ciudades está cambiando también, a medida que las megaciudades (aquellas que cuentan con poblaciones de más de diez millones) continúan creciendo. Existen actualmente 33 megaciudades, aunque se espera que esta cifra aumente en más de un 50% para 2050.3

Si las megaciudades, con su ingente expansión, esperan poder mantener una calidad de vida aceptable para sus ciudadanos, es crucial que inviertan en sistemas de transportes que tomen en consideración la totalidad del entorno urbano (residentes, negocios y turistas). A pesar de que a menudo las mejoras en materia de transportes se centran en amplios y costosos proyectos de infraestructuras, otras medidas especialmente positivas requieren inversiones relativamente escasas.

Hoy en día, una gran variedad de tecnologías es capaz, o podría serlo, de reducir las fricciones en cada etapa del desplazamiento por una ciudad, ayudando así a sostener un sistema de transportes dinámico y accesible tanto para residentes como para visitantes. Invertir en estas tecnologías es considerablemente menos costoso que agregar una nueva línea de metro o tranvía y, sin embargo, su efecto en los desplazamientos diarios puede ser muy notable.

En España, los pagos con tecnología contactless son una realidad desde el año pasado gracias a un acuerdo de Visa con la EMT. Esta colaboración ya permite a los pasajeros de ciudades como Madrid, Valencia o Bilbao acceder al autobús acercando su tarjeta, teléfono móvil, reloj inteligente o cualquier dispositivo compatible con Visa Token a los nuevos dispositivos de pago incorporados a bordo.

Esta colaboración es tan solo el comienzo de un gran proyecto de transformación digital que vivirán en los próximos años todas las grandes ciudades. Las ciudades alcanzarán todo su potencial cuando dispongan de un sistema de pagos digitales robusto, lo que tendrá una relación directa con el crecimiento de la economía.

Y es que los pagos digitales no solo aportan comodidades a los ciudadanos, según el estudio Cashless Cities de Visa, sino que la adopción de pagos digitales brinda claros beneficios para los consumidores, negocios y gobiernos. En ciudades como Madrid, la transformación en una ciudad 100% digitalizada supondría un crecimiento medio de 8.3 puntos de aquí a 2032 y podría generar 20.500 puestos de trabajo.

La importancia de la digitalización en las áreas rurales o turísticas no tan masificadas

Al final, los que vivimos en grandes ciudades estamos acostumbrados a pagar con tarjeta en cualquier lugar, pero cuando nos vamos de vacaciones o pasamos por localidades más pequeñas y alejadas de las grandes ciudades, tenemos tendencia a pensar que en los comercios locales no permiten este tipo de pagos digitales.

Y aunque es cierto que sigue habiendo lugares donde el efectivo sigue teniendo una presencia importante, desde Visa estamos acelerando la migración a pagos digitales al permitir transacciones más allá de la tarjeta de plástico. Es por eso que hemos realizado pruebas pilotos en estos lugares para demostrar que una sociedad más digitalizada y la adopción de nuevos hábitos de pago digitales están desplazando el uso de las monedas

Durante los últimos años hemos trabajado, por ejemplo, en localidades de gran afluencia turística para ayudar a los comercios a mejorar la señalización de pagos digitales y recordar a los visitantes que cada vez son más los comercios pequeños adaptados a los pagos digitales. En 2018, promovimos una campaña para potenciar las transacciones con tarjeta Visa en el comercio local de Torremolinos, entre los meses de julio y noviembre. El proyecto concluyó con resultados muy positivos para el comercio local, que vio incrementado en un 5% de media los pagos con tarjeta Visa.

Por otro lado, en diciembre de 2019, los vecinos de Labastida y los numerosos visitantes que recibió esta localidad alavesa con motivo de la fiesta de La Ronda, pudieron realizar todos sus pagos en todos los comercios de la ciudad sin la necesidad de utilizar dinero en efectivo. Todo ello gracias a la iniciativa desarrollada por Visa y Kutxabank en su compromiso de que pequeños pueblos como Labastida, tengan la posibilidad de adaptarse a estas nuevas tecnologías que hacen la vida de sus habitantes y visitantes más cómoda y sencilla.

Por esta razón, en Visa trabajamos desde siempre desde el ángulo de la innovación y creemos que la irrupción tecnológica va a tener un impacto positivo en las ciudades. Seguimos detectando y apostando por todas aquellas tecnologías que puedan dar un gran impulso a la ciudades en un futuro. Como los pagos biométricos, un método que aporta al consumidor mayor seguridad y confianza, además de mejorar su experiencia de compra, otra de las grandes máximas de la compañía. En definitiva, apostando por una sociedad donde los pagos digitales formen parte de un ecosistema que promueva una sociedad inclusiva y abierta a la innovación.

1 Informe de población. Naciones Unidas. 2018
2 Informe Anual de Indicadores: Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente 2018“, difundido por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
3 Informe de población. Naciones Unidas. 2018

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