Si no llega a ser por este año, hubiéramos tardado 10 años en hacerlo

“Los clientes asocian los negocios a las personas y a las familias que hay detrás. Lo bonito que tenemos en la hostelería es que pertenece al sector servicios. Toda la vida hemos estado sirviendo al cliente, lo que hace que en momentos como este, la gente te pone nombres y apellidos y familias detrás de cada proyecto. Es súper bonito ver cómo durante todo este año hemos tenido muchísimos casos de gente que a lo mejor no tenía pensado salir a comer, pero que sale para ayudarte. Y eso es increíble. Y creo que eso es porque quieren ayudar a las familias y a las personas que hay detrás de cada negocio. Para mí, lo más bonito de este año”.

Nino Redruello, propietario del restaurante La Ancha, nos cuenta sus vivencias tras un año “muy complicado, con mucho miedo, frustaciones e incertidumbre, pero sobre todo, un año de cambio”.

Esta es la tercera y última historia de los tres comercios que forman parte de la campaña #DondeComprasImporta, dónde ya hemos conocido la de Laura Martínez, propietaria de Peseta, y la de Ingrid Acebal, propietaria de la librería Panta Rhei.

 

 

“Este año, la tecnología ha jugado un papel fundamental en la hostelería. Como consecuencia de lo que hemos vivido y gracias a la digitalización, ha habido un gran cambio en el hábito de consumo en nuestro sector; un cambio que ha hecho que nos reconvirtamos”, señala Nino, quien puso en marcha su proyecto de delivery Escalope Armando para “seguir estando cerca de sus clientes” pese a las restricciones impuestas para frenar la pandemia.  De hecho, según nos cuenta, acaban de abrir una cocina central exclusivamente para seguir haciendo proyectos de delivery e intentar llegar al cliente en sitios tan poco usuales como un lineal de supermercado.

Nino afirma ser consciente de que la manera de llegar a los consumidores ahora es diferente, pero sobre todo, con cambios que prevalecerán con el paso del tiempo. Sin ir más lejos, nos cuenta que hace poco hizo una videollamada con 100 personas de una empresa a través de la cual cocinaban todos a la vez y esa era la cena de Navidad este año. “Es un gran ejemplo de cómo las personas están consumiendo hostelería de maneras inimaginables. Este es el año del cambio; de estar súper vivo y pendiente de no anclarte”.

A lo largo de estos meses, han recibido en La Ancha hasta cartas de correo ordinario de personas que solo querían darles su apoyo. Y sobre todo, lo que le ha llamado mucho la atención es la cercanía que genera la hostelería y la necesidad social que cubren tan grande. “Este año hemos descubierto la importancia vital que genera la hostelería. Mucha gente nos decía durante la cuarentena la necesidad que tenían de ir a una terraza y tomarse algo con amigos o familia. La importancia de la hostelería es con lo que me quedo”.

Con miras al futuro, Nino no duda en señalar que van a mantener todos los cambios que han implementado, pero sobre todo, seguirán innovando. Un ejemplo claro es que seguirán con el delivery, hasta tal punto que durante la desescalada, el reparto lo hacían desde La Ancha, pero ahora han tenido que externalizarlo para cubrir las necesidades. Para Nino, “el futuro está anclado a estas nuevas formas de hostelería digital y de no solo consumir en los restaurantes”.

De cara a 2021, es un año que afrontan muy convencidos de que les va a ir muy bien,  porque están trabajando mucho y creen que tienen la capacidad de seguir haciéndolo, mejorando la experiencia a sus clientes y, llegados a este punto, porque creen que se lo merecen.